lunes, 27 de febrero de 2012

Vigésimo Tercer Capitulo: conmoción y oración


El día había volado como el viento que golpeaba a la ciudad. Ya en el departamento, Pablo llama a Thiago. Le dice que estaba bien, pese al momento duro que estaba atravesando. Los compañeros de la ONG en la cual trabajaba su hermano, le dieron gran contención.
Además, le pedía a su amigo, que fuese a la iglesia lo mas pronto posible, a llevar estas novedades que recibía a los amigos de Pablo, también para que orasen por el y por los afectados de la pasada tormenta. Aunque mucho no le gusto la idea, pues había ido solo una vez, por fidelidad a su amigo lo haría.
Al sábado siguiente, Thiago junto a German, fueron por la tarde a la iglesia, sabía que tenían reunión y que encontraría a Katerina o Anton, que era a quienes conocía.
Efectivamente, estaba Katerina quien los recibió con un abrazo y los hizo pasar.
German estaba nervioso pero trataba de disimularlo. Thiago estaba bastante tranquilo.
A todo esto, Shanti llama a Thiago al celular. El contesta, y le dice que estaban en la iglesia para llevar las novedades acerca de Pablo.
Medio asombrada, le pregunta si podían pasar por allí con Giuliana. El dijo que si, que no existía problema alguno, pero que igual solo estarían un momento.
No basto que le dijera la dirección, que a los 10 minutos, las jóvenes ya estaban en la puerta.
También las recibió Katerina, se presentaron. Mientras tomaban unas chocolatadas bien calientes, se iban conociendo.
Paralelamente, entra Anton, con cara de desesperación. Le comenta a Katerina, que la situación en Libia era caótica. Se había desatado una especia de guerra civil, entre los seguidores de Gadafi y la oposición. Se estaban tomando ciudades, y matándose entre los mismos libios. Su desesperación era mayor, por que en medio de este crudo enfrentamiento, se encontraban misioneros haciendo una labor humanitaria en el área de salud.
Katerina, llamo a la calma. Quería ahondar mas sobre el tema, por eso le pidió a los jóvenes que pasaran en la semana, deseaba conocerlos mas.
Entendiendo lo sucedido, los 4 tomaron sus cosas, y se fueron del lugar.

Vigésimo Segundo Capitulo: cambio de aires


La cena se hizo muy amena, pese a la tensión ya pasada entre Giuliana y Thiago, todo marchaba sobre ruedas. Había preparado, unos ricos fideos con pesto, junto ah un sabroso pollo bien cocido.
Germán se había encargado de la bebida, jugos frutales, agua y una fresca sidra para brindar.
Shanti, aprovecho la ocasión, y propuso poner música Hindi, que tenía en su bolso. Con la afirmativa de sus amigos, la cena se volvió un deleite.
Giuliana, estaba como al margen, pese a que no la estaba pasando mal, se sentía sapo de otro pozo, sentía que sobraba en aquel lugar.
Thiago, al darse cuenta de la incomodidad de Giuliana, se levanto de la mesa y propuso bailar al son de la música Hindi, como para hacer más agradable el momento.
El otro joven no lo dudo, tomo a Giuli de la mano, y la animaba a sumarse. Ella, no muy alegre, le dijo que si.
Milagrosamente, la música cambio el ambiente. El desgano de Giuliana, y el compañerismo de sus amigos, la animo, y se decidió a pasar una buena noche, además German se había comportado muy bien con ella. Algo estaba empezando en ella.
En tanto, Shanti y Thiago, estaban en su mundo, dejándose llevar por el ritmo Hindi, ciertamente la estaban pasando fantástico.
Ya en las primeras horas del 3 de marzo, Thiago llevaba en auto a las jóvenes a su casa temporal.
Por la mañana de ese día, German salía para hacer unas compras, Thiago iba a la universidad.

Vigésimo Primer Capitulo: asimilando importancia


Los días habían pasado. Por esas cosas raras, German había perdido su pasaporte, por lo cual tuvieron que postergar su regreso a India. Como ya no podían pagarse el hotel, amablemente, un tío de Giuliana que vivía por Madrid, los acogió en su casa hasta que ellos viajaran nuevamente. Habían pasado casi dos semanas de la última vez que se vieron.
Shanti llamo a Thiago. Le dijo que deseaba tomar un café con el, quería aclarar ciertas cosas con el.
En tanto, el hermano de Pablo, Santiago, que había tenido un accidente grave en Brasil, cuando se produjo la gran tormenta, tristemente falleció. No pudo soportar la operación. Todo esto paso el martes 1 de Marzo de 2011. Al otro día del deceso, Pablo fue informado. Su reacción fue sorpresiva. El estaba en el departamento, con sus amigos, Luca y Thiago. Les dijo lo sucedido con la voz entera. Ellos lo abrazaron, lamentando mucho lo acontecido.
Con los ahorros que tenia, mas una ayuda de sus amigos, junto un dinero para poder viajar a Brasil, tenia que hacerse cargo del cuerpo, ya que sus padres estaban también muertos, y el único familiar directo era el.                                      Su vuelo salio el jueves 2 de Marzo a primera hora, para arribar en Río de Janeiro por la tarde noche.
Luca, decidió tomarse un receso de sus actividades en la universidad, quería estar más tiempo con su familia, ya que tras lo sucedido en Egipto, empezó a ver que estaba dejándolos a un lado, y con el miedo que vivió de perderlos en las protestas que terminaron con la caída del gobierno de Mubarak tras 3 décadas de dictadura.
El le decía a Thiago, mientras armaba sus maletas para irse, :-mira, el ser humano valora lo que tiene cuando lo pierde, en mi caso estuve a punto de perderlos, y ya aprendí que no los quiero lejos, son lo que mas amo-.
Sabias palabras las del joven, que se iría por 2 semanas junto a los suyos a Ginebra, Suiza.
Por ende, Thiago, se quedaba solo en el departamento, mínimamente una semana, ya que Pablo tardaría unos días en Brasil. Pensado en Shanti y los otros, la llamo, para que por lo menos German pasara unos días, hasta que se fueran en el departamento, después de todo se habían caído bien mutuamente.
El acepto con mucho gusto. Los invito a los 3 (Shanti, Giuliana y German) a cenar y compartir un rato agradable, juntos.

Vigésimo Capitulo: Patidifuso


La sorpresa era que no estaba sola.  Dos jóvenes la acompañaban. Una era una mujer,  y otro era un hombre. Cuando la vio no podía creerlo. Esa muchacha que estaba junto a Shanti, era Giuliana. Se sentía desbaratado, que hacia Giuliana allí, desde cuando se conocían, esta era acaso otra jugada sucia del destino.
Primero saludo a Shanti, medio fríamente, luego ella le presento primero a Giuliana. Cuando se saludaron ambos se miraron de modo sorprendido, no emitieron palabra uno del otro. Luego le presento al joven, se llamaba German.
Toman asiento. Todos pidieron un café. La situación era un tanto tensa. Shanti hablaba con Thiago y le decía, que había decidido venir con sus amigos, porque no quería ir sola a un país que no conocía. Además le contaba, que cuando se entero que Giuliana conocía España, mas quiso traerla con ella. German en cambio, era un joven que no se sabia muy bien porque las acompañaba, según el para protegerlas, pero a modo de risa ella, le decía al joven que para ella el tenia otras motivaciones.
Todo seguía un tanto tenso, Shanti se levanto para ir al baño, le pidió a Giuliana que la acompañara. Quedaron frente a frente, Thiago y German. No emitían sonido, hasta que German le dijo al joven: así que vos sos el famoso Thiago, Shanti nos hablo mucho de vos- en ese momento se ruborizo, no sabia que decir. Enseguida german lo palmeo, y le dijo: - no te pongas nervioso, yo solo soy su amigo, no tengo otras intensiones con ella-. A lo que Thiago dijo:- esta bien, esta bien igual yo no se aun que me pasa con Shanti- hasta que se vio interrumpido por el ingreso de las dos muchachas a la sala, por lo que ambos mediante una sonrisa de complicidad cambiaron rotundamente de tema.
La charla siguió entre los cuatro. Quien menos hablo fue Giuliana, era quien mas impactada estaba por el encuentro y la sorpresa de ver a Thiago.
Determinado momento, antes marchar ya, Shanti le dio el  número de la casa donde estaban alojados los tres. Quedaron en que se verían pronto.
Cuando salían del restaurante se dieron cuenta que la tormenta que se había desatado era fuertisima. Por lo que optaron por quedarse en el lugar unos minutos más, hasta que pasara. German quería pasar al baño antes de irse. Shanti quería hacerle una consulta al mozo con respecto a la oferta que habría para el día de San Valentín.
Thiago y Giuliana quedaron solos. Ambos quisieron hacerse los desentendidos, pero fue más fuerte la presión que sentían por dentro, desembocando en frases que se encimaron de los dos al mismo tiempo, el le dijo: desde cuando sos amiga de Shanti? y ella dijo:- no sabia que también te gustaban las Hindis, no dejas títere con cabeza- .
Sus miradas se cruzaron casi enfurecidas, pero a la vez con toda la carga que era para ellos, la relación que habían tenido y todo lo que ello comprendía.
Ella le dijo:- mira yo viaje a India en mi peor momento, no se si recordas, que nos encontramos por allá, pero vos me ignoraste por completo, como si fuera una piedra en tu vida.
A lo que replico:- ese mismo día en que nos vimos después de tanto tiempo, la conocí a Shanti. Ella venia de charlar con vos por lo que imagino, casi la atropellaba un camión, hasta que la vi y pude rescatarla. Desde ese entonce somos grandes amigas. Jamás en mi vida me hubiera imaginado, que ese joven eras vos, de haberlo sabido no hubiera venido hasta aquí.-
El estaba aun mas azorado:- yo tampoco puedo creerlo, te pido perdón si te ignore aquella ves, es que yo también estaba sorprendido, iba camino a tener esa charla tan importante con ella, que sabia yo que te iba a cruzar a vos justamente en la India, si creía que estabas en Jerusalén, además la India es enorme, porque te iba a encontrar justo en ese lugar y en ese momento-
Concluía:- no eres una piedra en mi vida, no te confundas, solo que sigo sorprendido e intrigado, con toda esta situación tan atípica, yo no quiero que estén las cosas mal entre nosotros, ni que esto afecte a mi relación con Shanti, lo que paso, ya paso y nada se puede hacer para cambiarlo, otra ves te pido perdón y te pido además que trates de entenderme, es mucho esto para mi-.
Giuliana casi indignada le contestas:- esta bien, yo tampoco quiero este tiempo que voy a estar acá pasar un mal rato. Para que sepas, no solo para vos es mucho todo estos, yo estoy en la misma situación que vos, los dos vivimos momentos muy fuertes, dejemos todo así como esta, ya no revolvamos mas en el pasado. Vos seguí tu vida y yo la mía como veníamos haciendo estos años.
Entran German y Shanti por lo que la charla se ve interrumpida. La tormenta se había apaciguado.
Thiago cordialmente los invita a llevarlos a los jóvenes a su casa. Ellos aceptan, menos Giuliana que acepto por obligación.
Llegaron, se despidieron y quedaron que estarían en contacto. Shanti apretó la mano del joven, despidiéndose con un beso en la mejilla.
El volvía ya al departamento.

domingo, 26 de febrero de 2012

Décimo Noveno Capitulo: buenas nuevas ¿?


Por el otro día, llaman al departamento de la embajada de España en Egipto. La familia de Luca estaba salvo, un avión ya los traía nuevamente a su país. La noticia fue la mejor que podían haber recibido, estaban felices. Los amigos decidieron celebrar esto, quería preparar toda una cena para la familia. Aunque lo harían luego de que estos llegaran y se acomodaran, porque seguramente vendrían con mucha carga emocional, lo que les conllevaría un buen descanso.
Luca fue a recibirlos al aeropuerto el jueves 3 de febrero. Se quebró al verlos, los abrazo, y agradecía a Dios por haberlos cuidado.
La cena por ultimo la hicieron al otro día, el viernes 4 en la casa de la familia Martinez Guadio (familia de Luca).
En tanto, pocas novedades se tenían del hermano de Pablo, mas que estaba accidentado.
Llamo a Brasil, pero solo le decían que estaba internado, nada más, y  que quizás, le tengan que amputar una pierna.
Esto era algo que tenia triste a Pablo, pero el no perdía la fe de que su hermano estaría bien, que nada malo ocurriría.
Los días corrieron, y cuando menos lo pensó, Shanti le escribió un mensaje a Thiago. Había llegado a Madrid. Le temblaban las manos de lo ansioso que se puso. Ya quería verla, reencontrarse con ella, tenía muchas ganas. Acordaron en verse en un restaurante muy conocido por allí. 
Se enlisto, tomo sus cosas, y marcho rumbo al restaurante. Ese lunes, no hacia mucho frío, estaba agradable el clima. Mientras iba manejando, recordaba su última charla, la última vez que se vieron ya casi 4 meses, todo se le venia a la mente, mientras una leve llovizna caía sobre  el vidrio delantero del coche.
Ya llego. Bajo del auto,  camino hasta el restaurante. La había visto, estaba sentada en una mesa por el fondo, sus ropas Hindis, hacían que reluciera desde tan lejos.