A horas tempranas el avión de su viaje a España había aterrizado ya en la ciudad de Madrid.
Ya en la Capital de España, Thiago se reencontró con sus amigos y compañeros, Pablo y Luca. Fueron a almorzar a casa de Luca los tres, debían hablar de los nuevos proyectos y de como marchaba la universidad.
Thiago había comenzado a dar clases ya en la universidad a los iniciantes en arqueología.
A pesar de que estaba muy ocupado y que trataba de cargarse de tareas para no pensar, no lograba olvidar ni sacar de su mente ese beso fugas de Valentina y su actitud tan sorpresiva al irse a si como así de Londres. Estaba muy triste, furioso, porque ella había tomado esa postura tan inmadura al entender del joven.
En medio de una clase, le suena el celular, aparentemente era urgente, lo llamaba un superior de la Universidad. Salio del aula, atendió, era el rector.
Había salido un sorpresivo Congreso de Historia de la Arqueología India, que se daría en Nueva Delhi. Tenia que ir, este tipo de congresos eran muy bueno para la naciente carrera del joven.
Saldrían en dos días.
Tomo algunas cosas necesarias para pasar unos días tan lejos y en ese congreso tan interesante.
El viaje fue un tanto turbulento, hubo tormentas, la primera parada fue en Dubai, Emiratos Árabes.
Allí estuvieron unas 8 horas, hasta que por fin el avión iba rumbo a Nueva Delhi, India.
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