lunes, 21 de noviembre de 2011

Décimo Cuarto capitulo: Dulce Navidad parte II


Thiago fue uno de los últimos en ir a su recamara.  Ya era tarde, estaba cansado y con sueño, pero antes de tirarse en su cama, agarro su notebook para revisa su correo electrónico. Como el suponía ya, su amiga y quizás algo mas, Shanti le había escrito un email.
Ella le contaba que su madre se había puesto más rígida que nunca, la amenazaba con que la casaría con un hombre mayor si ella no dejaba de hacerse la modernosa. A su madre no le gustaba la relación que tenia con Thiago, no le daba motivos simplemente no era de su agrado. Para culminar le deseo un muy feliz fin de año y esperaba verlo pronto.
De inmediato el contesto, le deseo  lo mejor para el cierre del 2010, y también le dijo que la extrañaba. No sabía porque más palabras no le salían. Se sentía extraño.
También esos días entre Navidad y Noche Vieja pasaron volando. Cuando menos se lo esperaban, la misma escena se repetía. Toda la familia reunida en la casa para despedir el año viejo, 2010 y darle apertura al entrante año 2011.
Otra noche helada en escocia. Mientras esperaban que la hora llegara, Thiago se puso a charlar con su abuelo Abraham. Hacia años que no tenia un charla tan extensa y sólida con su abuelo. Ellos nunca había tenido una gran relación, Abraham era un hombre muy tosco, cerrad y a veces se tornaba frío. Magda siempre decía que el era así por vivencia de su infancia. Su vida no fue sencilla. Era un sobreviviente del holocausto judío en la Alemania nazi. Con eso ya estaba todo dicho. A el no le gustaba hablar de esos temas, fueron tiempos horribles, toda su familia había sido masacrada por uno de los regimenes mas déspotas y racistas que el mundo concibió.
Tras haber platicado un buen rato, era tiempo de ir a la mesa, estaba todo listo. Thiago no hacia  mas que pensar en Shanti, quería verla, la extrañaba mucho, extrañaba hablar con ella. Estaba como atontado en medio de la cena. Su madre fue la primera en darse cuenta.
Eran las 00:00 por fin la despedida del año viejo, abría las puertas al naciente 2011, el joven tenía mucha curiosidad por lo que sucedería. Levantaron sus copas, y todos se decían los buenos deseos y bendiciones. Como era costumbre don Giovanni, se comió las doce pasas de uva en las 12 campanadas que se dieron como inicio del año éntrate. Thiago también repetía la tradición de su padre, que se remontaba más que nada a la familia Pérez Llinas, que era la familia de su abuela paterna Antonia, oriundos de Galicia, España. Su abuelo  Vladimir Szratchsky, era hijo de bielorrusos que se habían radicado hacia fines del siglo XIX en la misma ciudad donde vivía su abuela, La Coruña.
Siempre para estas fiestas eran recordados con las tradiciones gallegas de la familia que aun conservaban.
Llego por fin el 2011. Mientras brindaban con sus copas, Thiago recordaba el pasado año, como un año bueno, y colorido, había conocido la India, y en especial a Shanti. El no sabía que le pasaba bien con ella. Sentía que era muy precipitado decir que estaba enamorado, pero era algo mas que una mera atracción.
Tenía mucha ansiedad por volverla a ver. Quería en el entrante año volver a viajar a la India. Su madre que ya había notado la actitud extraña de su hijo, lo tomo y lo llevo a un rincón. Le pregunto que le pasaba. Con toda su experiencia de vida deducía desde ya que en algún enredo amoroso su hijo estaba metido.
Cuando le pregunto, el se reía, no sabia que contestar. Pero era mas fuerte que el. Además ellos eran muy confidentes, se contaban casi todo. El le contó sobre Shanti, no con lujo de detalle, pero se lo contó. Ella le aconsejaba a su hijo, y le compartía un versículo de la Biblia, diciéndole que ‘’engañoso es el corazón mas que todas las cosas’’ del libro de Jeremías. Le advertía a su hijo que tuviera cuidad y que no se dejara llevar demasiado por sus emociones, que estas lo podían traicionar y jugar una mala pasada.

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